lunes, 13 de junio de 2011

POR FAVOR, UN CAFE CON CHURROS

LA IMPORTANCIA DE UN CAFÉ CON CHURROS


Dos canibales huyeron de su tribu. En la huída cada uno partió con rumbo diferente. Uno fue para el monte y el otro para el centro de la ciudad.
Los buscaron por todos lados y nadie los encontró. Después de una semana y para sorpresa de todos, volvió el que había huido al monte. Regresó flaco, famélico y con fiebre. Fue reconducido a su poblado.



Pasaron tres meses y nadie se acordó del que se había ido para el centro de la ciudad hasta que un día el canibal fue recapturado y llevado a su poblado. Estaba gooooordo, sano, desbordante de salud. Al ponerlos juntos, el que huyó para al monte le pregunta a su colega: ¿Cómo estuviste en la ciudad tanto tiempo y regresas tan bien de salud? Yo que fui al monte y pese a la época de veda, no hay un solo bicho para comer. Muerto de hambre, decidí entregarme.


El otro le explicó: A mí me pasó todo lo contrario. Me voy a España, me dije, voy a un lugar donde difícilmente me busquen y me escondí en los Ministerios. Cada día me manducaba a un funcionario y nadie advertía su ausencia. ¿Y por qué te pescaron?... ¿Se acabaron los funcionarios? Nada de eso... Los funcionarios públicos nunca se acaban. Sucede que cometí un error gravísimo. Ya había comido a 20 Asesores, 8 Directores, 5 Coordinadores, 22 Secretarias Privadas, 20 Sindicalistas, 15 Jefes de Zona, y nadie notó que habían desaparecido.




Pero el día que me comí al Ordenanza que se encarga de servir los churros y el café... se jodió todo!!!...

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