miércoles, 10 de marzo de 2010

FUMAR... O NO FUMAR...

Dicen que fumar es malísimo y según pone en las cajetillas, mata te produce impotencia y un montón de posibilidades de espicharla. Y posiblemente sea verdad. Yo por si acaso cuando la estanquera me da la cajetilla que pone lo de la chorra floja, ósea impotencia, le dijo sonriente, déme por favor la que pone que mata que me gusta mas.
También dicen que es verdad que el Hombre fue al quinto coño, ósea a la luna y cosas raras de esas, así que vaya usted a saber. La cosa es que los fumadores por lo menos, en estos tiempos de incertidumbre, sabemos de lo que vamos a morir (o lo que nos va a matar), que no es poca cosa. Yo tengo un método muy eficaz para no fumar. Es comer. Tú te pasas el día zampando sin parar y no echas de menos el cigarrito.
No faltarán pesimistas patológicos, de esos que ven siempre la botella medio vacía, que dirán que puede tener efectos perniciosos, como reventar y cosas así. Pero si nos ponemos en ese plan, acabas no creyéndote ni que la crisis vaya a acabar el año que viene, y eso es derrotismo. Y puestos a combatir el nefasto vicio del tabaco comiendo, nada mejor que un plato de cocido madrileño o cualquier plato de esos llamados de cuchara, que engordan un montón.
Oye, ya que es por la salud, casi un tratamiento medicinal, una urgencia médica, que esté rico, no? ¿Qué hago yo en pleno régimen Tortuguero-lechuguero pensando platos humeantes y postres malévolos en vez de en ensaladas gráciles e ingrávidas ellas como pompas de jabón? Pues no sé. Yo creo que estoy mal hecho y que a mí en la fábrica, en vez de ABS o algo así de molón, me pusieron hambre acondicionado de serie. Un error muy gordo y sin derecho a reclamación.