Siempre por estas fechas aparece el dichoso laicismo Estatal, yo me considero agnóstico y la existencia de dios no me preocupa, a igual que tampoco me preocupa el problema de los elefantes de trompa corta. 
En España tenemos de todo, bueno algo de curro, la verdad falta, pero de lo demás en abundancia, como los chorizos políticos de todas las modalidades y tendencias. Por tener tenemos hasta un Observatorio de Laicidad que por cierto esta muy cabreado porque ven como los alcaldes van a las procesiones, asisten a fiestas de morillos y cristianos, aunque mejor seria decir creyentes e hijos de Alá.
Los del observatorio están alucinados y se preguntan porque tanta asistencia política a estos actos religiosos. La cosa es muy simple gracias a Dios, (perdón que la cago, quiero decir gracias a la ciudadanía) y es que los que van en procesión y los que las ven votan y los alcaldes y cargos políticos quieren seguir en sus poltronas. Igual habría que quitarles el voto por su laicidad contundente y los políticos no es que estén acojonados por la laicidad, es que quieren volver a salir. 
Cuando hay un accidente, llega un tipo con una cruz roja y no se porque los del observatorio no protestan. Tampoco protestan por las fiestas, por ejemplo Las de San Fermín o las de la Virgen del Pilar y es que estos del observatorio andan algo flojos. Hay que ver lo que tienen que sufrir estos observadores con la Semana Santa ellos prefieren el Carnaval y el día del orgullo Gay. Nunca he comprendido por que los ateos atacan con tanta saña la figura del que no existe. 
¿Será que en el fondo son los ateos, profundos creyentes? Atacar lo que no existe es, incoherente. Yo respeto las procesiones, que Comisiones Obreras, UGT, USO,…., y todos movimientos Sindicales existentes, convocan periódicamente para celebrar conquistas o reclamar derechos. Dejemos pues a los creyentes que celebren en paz sus procesiones.
Siempre por estas fechas aparece el dichoso laicismo Estatal, yo me considero agnóstico y la existencia de dios no me preocupa, a igual que tampoco me preocupa el problema de los elefantes de trompa corta. 
En España tenemos de todo, bueno algo de curro, la verdad falta, pero de lo demás en abundancia, como los chorizos políticos de todas las modalidades y tendencias. Por tener tenemos hasta un Observatorio de Laicidad que por cierto esta muy cabreado porque ven como los alcaldes van a las procesiones, asisten a fiestas de morillos y cristianos, aunque mejor seria decir creyentes e hijos de Alá.
Los del observatorio están alucinados y se preguntan porque tanta asistencia política a estos actos religiosos. La cosa es muy simple gracias a Dios, (perdón que la cago, quiero decir gracias a la ciudadanía) y es que los que van en procesión y los que las ven votan y los alcaldes y cargos políticos quieren seguir en sus poltronas. Igual habría que quitarles el voto por su laicidad contundente y los políticos no es que estén acojonados por la laicidad, es que quieren volver a salir. 
Cuando hay un accidente, llega un tipo con una cruz roja y no se porque los del observatorio no protestan. Tampoco protestan por las fiestas, por ejemplo Las de San Fermín o las de 
¿Será que en el fondo son los ateos, profundos creyentes? Atacar lo que no existe es, incoherente. Yo respeto las procesiones, que Comisiones Obreras, UGT, USO,…., y todos movimientos Sindicales existentes, convocan periódicamente para celebrar conquistas o reclamar derechos. Dejemos pues a los creyentes que celebren en paz sus procesiones.
