miércoles, 8 de junio de 2011

OTRA VEZ SERA SEÑORA CHACON

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha sucumbido a la tensión generada por las presiones internas del Partido Socialista, que la llevaron a renunciar a presentarse a las primarias del partido. La renuncia, sumada al robo de su automóvil que, en sus propias palabras, “fue la puntilla definitiva”, ha acabado provocándole a la ministra un ataque de ansiedad que ha requerido la intervención de las Fuerzas Armadas.

“Me dijo: ‘Pepe, estoy de un ‘chof’ que ni te lo puedes imaginar. Me cuesta respirar y me duele todo’. La vi tan mal que yo mismo me ofrecí a intervenir”, explica el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez Fernández. Varios blindados tipo Centauro escoltaron a la Unidad Militar de Emergencias hacia el sofá modelo KARLSTAD donde yacía visiblemente alterada Carme Chacón la noche del pasado domingo.

“Había tomado un Nestea y estaba viendo vídeos musicales de KissTV mientras respiraba muy cansada y con la cara descompuesta. De hecho, la ministra tenía las manos impregnadas de colorante naranja. Esto nos alarmó mucho hasta que por fin atamos cabos y atribuimos el color a la ingesta continuada de ganchitos”, explica uno de los militares que neutralizaron el ataque.

“La ansiedad es un enemigo taimado e invisible. Provoca el caos desde dentro. Es como un talibán de las emociones y ese talibán estaba afectando al núcleo duro de la Defensa de nuestro país”, explica el jefe del Estado Mayor para justificar la acción del Ejército, que ha sido rápidamente cuestionada por parte de la oposición. “Llevo unos días con dolor de espalda y no se me ha ocurrido en ningún momento llamar a la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo”, argumentaba el líder popular Mariano Rajoy. José Julio Rodríguez Fernández insiste en que “la coyuntura actual ha dejado al Gobierno en una situación vulnerable que requiere nuestra atenta supervisión”. Rajoy ha replicado que “si Chacón está tan ‘chof’, lo que tiene que hacer es dimitir. Un país no se puede permitir a un ministro de Defensa bajo de defensas”.

Pese a las críticas, la rápida actuación del Ejército consiguió neutralizar el ataque de ansiedad, que remitió aproximadamente a las 3:05 de la madrugada.

Aparte de masajes en los pies y palabras de aliento, se procedió a un pase de diapositivas de cuando la ministra era pequeña. Dicha estrategia “favoreció que la afectada visualizara su vida como un camino en el que lo sucedido estos días no es más que un obstáculo puntual.Y luego está la capacidad de nuestros soldados de sintonizar con la psicología femenina y conducirla hacia terrenos seguros donde nada puede perturbarla”, explica el Jefe del Estado Mayor, que ha querido dejar claro que “esta noche hemos ganado una batalla contra la ansiedad pero no la guerra contra el estrés”.