Recuerdo hace muchos años, cuando en mi niñez decíamos ¿echamos un España – Portugal?, y así empezábamos un partido de futbol, éramos crios que jugábamos en la calle o en el patio, la era o el parque.
Ha pasado tanto tiempo de los 60 que parece mentira haber usado una pelota fabricada con papeles anudados con cuerdas o un pañuelo.
Lo normal era un balón de plástico, y si en el grupo había un pudiente se podía llegar a jugar con uno de de cuero, guardado como oro en paño, que un día dejo algún rey mago.
Nunca supimos por que ganábamos o perdíamos ese partido Ibérico entre España y Portugal, un país próximo que entonces nos parecía tan lejano y que hoy nos llevara a la gloria o al pozo.
Siempre se empezaba del mismo modo: dos capitanes median sus pies, a una distancia de un metro, hasta que uno de ellos ganaba pisaba el pie contrario para elegir al primer compañero con esa sentencia “Monta y Cabe” Nunca sabremos con quien ira José Saramago.
Ese monta y cabe es casi la relación histórica de dos países hermanos pegados a pespunte en la península Iberica. Si Portugal y España se unieron para presentar candidatura para el 2018, como podemos jugar para eliminarnos. 
Somos casi una pareja de hecho celebrando el 25 aniversario de la entrada en la unión europea. Pero esto ha sido otra cosa. Hemos ganado a los vecinos y hasta las vuvuzelas tenían ritmo español. VIVA ESPAÑA.
Recuerdo hace muchos años, cuando en mi niñez decíamos ¿echamos un España – Portugal?, y así empezábamos un partido de futbol, éramos crios que jugábamos en la calle o en el patio, la era o el parque.
Ha pasado tanto tiempo de los 60 que parece mentira haber usado una pelota fabricada con papeles anudados con cuerdas o un pañuelo.
Lo normal era un balón de plástico, y si en el grupo había un pudiente se podía llegar a jugar con uno de de cuero, guardado como oro en paño, que un día dejo algún rey mago.
Nunca supimos por que ganábamos o perdíamos ese partido Ibérico entre España y Portugal, un país próximo que entonces nos parecía tan lejano y que hoy nos llevara a la gloria o al pozo.
Siempre se empezaba del mismo modo: dos capitanes median sus pies, a una distancia de un metro, hasta que uno de ellos ganaba pisaba el pie contrario para elegir al primer compañero con esa sentencia “Monta y Cabe” Nunca sabremos con quien ira José Saramago.
Ese monta y cabe es casi la relación histórica de dos países hermanos pegados a pespunte en la península Iberica. Si Portugal y España se unieron para presentar candidatura para el 2018, como podemos jugar para eliminarnos. 
Somos casi una pareja de hecho celebrando el 25 aniversario de la entrada en la unión europea. Pero esto ha sido otra cosa. Hemos ganado a los vecinos y hasta las vuvuzelas tenían ritmo español. VIVA ESPAÑA.
