miércoles, 18 de mayo de 2011

ARRE ARRE CABALLITO

Adiós a uno de los grandes emblemas de los bares de la geografía española. Troqui, el considerado último caballito no defenestrado por los dueños de los bares de nuestro país, falleció el pasado domingo,

dejando a los niños sin un juguete con el que desatar sus más desbocadas pasiones mientras sus padres se dedicaban a beber con desenfreno en la terraza para poder fumar.

Troqui y su alegre galope abandonaron este mundo cruel. Se nos va una estirpe titánica, que ha dado grandiosos momentos a niños y padres. Su extinción era cuestión de tiempo, ya que esta raza no supo adaptarse a los nuevos tiempos.

La falta de su alimento favorito, las monedas de 25 pesetas, y el rechazo hacia el euro derivaron en trastornos alimentarios muy severos. Sonados fueron los casos de Cricri y Loiso, que con la llegada de la moneda comunitaria comenzaron una huelga de hambre que desembocó en sus trágicas muertes.

Juan Borriquito, hostelero y dueño de Troqui, narró entre lágrimas los últimos años de su compañero en el bar. “Los últimos fueron años muy duros. Los niños ya no son lo que eran y eso Troqui lo notó. Eso y los continuos vandalismos como aquella vez que le pintaron en su lomo ‘Troqui, hijo de puta, te vamos a matar’. Fue muy duro”, comentó visiblemente emocionado. “Le zarandeaban como salvajes, una vez le dislocaron una pata y sufrió mucho…

A pesar de estas barbaridades es sabido que en sus últimos años el bueno de Troqui llegó incluso a galopar estáticamente de forma gratuita y solidaria. “La llegada de diversos bichos de la competencia fue un duro mazazo para esta raza”, comenta el mayor especialista de los caballitos de bar de España.

“Primero empezaron con las atracciones en forma de coche, pero luego llegaron que si aviones, que si el coche de Batman, que si bólidos en forma de pepino con lucecitas… contra eso era imposible competir y los pobres cayeron en desuso”.


¿Qué mierda harán ahora los niños cuando tengan que acompañar a sus padres al bar del chino? ¿Quedarán suficientes lágrimas a José Mourinho para llorar la pérdida? ¿Es cierto que el ídolo de Troqui era Fran Perea? Interrogantes y tristeza.

Así se nos va esta genuina raza. Hasta siempre.