Este año como siempre a tocado instalar el Belén, pero en esta ocasión con la ayuda de mi nieta. Las figuritas de los artesanos, ni las desembalo, porque poner carpinteros panaderos, herreros y demás oficios… si no hay clientes. Para compensar buscaremos a un chino que en una cueva fabricara de todo.
Los pastores dijo que no los pondríamos, pues hay mas pastores que ovejas, eso si, pondríamos a su mascota preferida, un perro. Al Ángel anunciador tampoco lo desembalo, hoy en día se lleva mas la modernidad argumento y pondremos un cartel de neón luminoso.Todas las figuras que caminan hay el portal seguirán en sus cajas y la sustituiremos por un señor de logística, por lo que con un buey y una mula valdrá.
De los tres reyes magos colocaremos a uno total para llevar tres tarros de oro, incienso y mirra, sobra. Excepto, las ovejas, el perro, el chino el de logística y la virgen solo respeto al niño y a herodes, porque no era cuestión de ponerse a despedir directivos. Cuando le dije que había quedado algo birrioso, me replico: “Me lo han impuesto los mercados”.
Este año como siempre a tocado instalar el Belén, pero en esta ocasión con la ayuda de mi nieta. Las figuritas de los artesanos, ni las desembalo, porque poner carpinteros panaderos, herreros y demás oficios… si no hay clientes. Para compensar buscaremos a un chino que en una cueva fabricara de todo.
Los pastores dijo que no los pondríamos, pues hay mas pastores que ovejas, eso si, pondríamos a su mascota preferida, un perro. Al Ángel anunciador tampoco lo desembalo, hoy en día se lleva mas la modernidad argumento y pondremos un cartel de neón luminoso.Todas las figuras que caminan hay el portal seguirán en sus cajas y la sustituiremos por un señor de logística, por lo que con un buey y una mula valdrá.
De los tres reyes magos colocaremos a uno total para llevar tres tarros de oro, incienso y mirra, sobra. Excepto, las ovejas, el perro, el chino el de logística y la virgen solo respeto al niño y a herodes, porque no era cuestión de ponerse a despedir directivos. Cuando le dije que había quedado algo birrioso, me replico: “Me lo han impuesto los mercados”.
