Como diría mi tío Casiano "Se veía de venir". Y es que el Real Zaragoza ha llevado una temporada desastrosa.
Además de estar flirteando con el descenso (que dirían los cursis) el equipo acarrea la desgracia de ser el único equipo al que han pitado seis penaltis y ¡ha fallado siete!
Sí, amigos, sí, increíble, ¿verdad? Pues es que han fallado todos los que le pitaron pero además una trencilla mandó repetir una pena máxima y también la fallaron. Con semejantes antecedentes, no es de extrañar lo que ocurrió el otro día en un partido pre-temporada contra el C.D. Navaleno. Saltó al campo una joven promesa de la cantera, Cucufato, alias "Cucu", el único jugador profesional que usa gafas de culo de vaso. El partido estaba igualadísimo. El Navaleno había estrellado siete balones en el poste y el Zaragoza había pasado del centro del campo en dos ocasiones. El hombre más incisivo del equipo estaba siendo el utillero, pero no importaba.
La afición estaba volcada. Cuando Cucufato saltó al terreno de juego el campo se venía abajo. Fue entonces, en los minutos de la épica cuando, el Zaragoza, sin caer en el desánimo, se lanzó en tromba sobre la portería rival. Tres jugadores se adentraron en la incertidumbre del campo rival. Un centro del interior izquierda fue despejado de cabeza por un defensa, balón que fue enganchado de volea por Mejías impactando en toda la cara de Cucufato rompiéndole las gafas con tan buena fortuna que el balón entró mansamente en la portería rival.
Aquello fue el acabose. Mientras que Cucufato quedaba maltrecho en el suelo el campo estalló de alegría. Efímera, eso sí. Porque al ver la repetición comprobaron con pasmo que el balón no entraba.
No se descarta que haya fichajes de "relumbrón" como éste ¿Suceso paranormal? ¿Más gafes que la familia Kennedy? Zaragoza ha recurrido y Apelación les da la razón. En las imágenes el balón no sólo no entra sino que se pincha. El caso es que el equipo, no levanta cabeza. Y Cucufato, sin gafas, no puede jugar. Además, uno de los cristales cayó en el pie del portero rival, fracturándole dos falanges, por lo que Cucufato ha sido sancionado con cinco partidos por agresión.
Como diría mi tío Casiano "Se veía de venir". Y es que el Real Zaragoza ha llevado una temporada desastrosa.
Además de estar flirteando con el descenso (que dirían los cursis) el equipo acarrea la desgracia de ser el único equipo al que han pitado seis penaltis y ¡ha fallado siete!
Sí, amigos, sí, increíble, ¿verdad? Pues es que han fallado todos los que le pitaron pero además una trencilla mandó repetir una pena máxima y también la fallaron. Con semejantes antecedentes, no es de extrañar lo que ocurrió el otro día en un partido pre-temporada contra el C.D. Navaleno. Saltó al campo una joven promesa de la cantera, Cucufato, alias "Cucu", el único jugador profesional que usa gafas de culo de vaso. El partido estaba igualadísimo. El Navaleno había estrellado siete balones en el poste y el Zaragoza había pasado del centro del campo en dos ocasiones. El hombre más incisivo del equipo estaba siendo el utillero, pero no importaba.
La afición estaba volcada. Cuando Cucufato saltó al terreno de juego el campo se venía abajo. Fue entonces, en los minutos de la épica cuando, el Zaragoza, sin caer en el desánimo, se lanzó en tromba sobre la portería rival. Tres jugadores se adentraron en la incertidumbre del campo rival. Un centro del interior izquierda fue despejado de cabeza por un defensa, balón que fue enganchado de volea por Mejías impactando en toda la cara de Cucufato rompiéndole las gafas con tan buena fortuna que el balón entró mansamente en la portería rival.
Aquello fue el acabose. Mientras que Cucufato quedaba maltrecho en el suelo el campo estalló de alegría. Efímera, eso sí. Porque al ver la repetición comprobaron con pasmo que el balón no entraba.
No se descarta que haya fichajes de "relumbrón" como éste
