Primero talamos bosques, luego llenamos de humo la atmosfera y ahora nos viene el calentón del planeta a costa de devorar petróleo.
Las imágenes del golfo de México negro como el carbón, nos ha puesto en máxima alerta sobre la glotonería energética. Las vacaciones, con el retorno a la naturaleza, son un brindis al sol. Apagamos la tele que seguramente es el electrodoméstico que menos gasta. Nos entregamos a la vista del paisaje y abandonamos la televisión dejando su audiencia, plana como una tabla.