miércoles, 29 de septiembre de 2010

RARA, RARA, RARA

Si gobiernas dos legislaturas y no tienes una huelga general, no eres nadie. González, Aznar, y ahora Zapatero las han tenido. Pero nunca hasta ahora las razones para tomar esa decisión habían sido tan obvias. Y pese a todo, con uno de los mayores recortes sociales desde la transición, con cinco millones de parados y un futuro chungo, pese a todo, esta es la huelga general peor anunciada y publicitada por quienes la convocan y mejor recibida por quien en teoría seria el blanco de las iras de las masas trabajadoras: el Gobierno.En el fondo, no la quiere nadie aunque por muy diversos motivos. No la quieren los sindicatos porque en sus planes no entra hacer daño al ejecutivo. No la quieren los ciudadanos porque la mayoría esta harto de los sindicatos y si se unen al paro general será por canguelis a los piquetes o porque no hay un puñetero medio de transporte.
Tampoco la quiere el Gobierno, pues es siempre podidamente dolorosa. ¿Porque se hace entonces? La primera es que los sindicatos, después de pasar por carros y carretas y haberle reído todas las gracias a ZP, se encontraban solos y criticados, y la reforma laboral les dio disculpa para sacar pecho. Al gobierno le duele, claro, pero cree que los sindicatos recuperaran el prestigio y eso es bueno para un ZP de izquierdas, que tardo diez minutos en arreglar los servicios mínimos, menos en Madrid, naturalmente.
Además les ha prometido que al día siguiente se volverán a negociar lo de las pensiones y veremos lo bien que se van a entender. Y la oposición sigue con la tibieza del ni si ni no. No se si la huelga será un éxito, pero si que es rara, rara, rara.