miércoles, 28 de abril de 2010

UN MANHATTAN DE BARRO

Existe un lugar en el desierto donde los edificios nacen en la arena y parecen querer alcanzar el cielo desde hace cientos de años. Shibam es el nombre de un bello emplazamiento en Yemen, cuya Ciudad Antigua y Muralla fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1982.
Es una espectacular mini Manhattan, ciudad aislada en medio del desierto, en cuyos característicos «mini-rascacielos» de entre 5 y 11 pisos viven unos 7.000 habitantes. Fue construido en el siglo dieciséis, y parcialmente restaurado en el siglo diecinueve.
Eso si, los edificios necesitan un constante mantenimiento, ya que incluso la lluvia tiene efectos corrosivos sobre las estructuras. Este mantenimiento se dificulta debido a que las calles son demasiado estrechas.
Aunque la mayoría de estos edificios de adobe han sido necesariamente restaurados con el paso de los años, darse un paseo por sus calles es como volar atrás en el pasado hasta una época fantástica.
Es sorprendente que fueran capaces de levantar semejantes gigantes con tan pocos recursos tecnológicos y que hayan sobrevivido hasta nuestros días en estas condiciones, no saben lo que es el tráfico porque las calles son tan estrechas que son impracticables para los vehículos.

No hay zona azul y si buscais la Quinta Avenida, lo teneis crudo.