viernes, 26 de marzo de 2010

TE LA CORTO...

Mi técnica es la marcha atrás. Soy el de la marcha atrás. Un control, una pericia, una concentración... vamos la hostia.

Lo que pasa es que hace dos semanas iba yo a mi marcha... Suave, suavecito…, Y en el momento clave a ella le dio la tos, empezó a agitarse y me rompió el ritmo. Yo controlo, ¡pero si ella se pone a improvisar! De todas maneras tiene que ser un retrasillo de nada. Como mucho se me pudo escapar un espermatozoide de mierda, ¡dos a lo sumo! ¡También sería casualidad que encontrasen el camino, con la oscuridad que tiene que haber allí!.

El caso es que cuando ella te confiesa: "Todavía no me ha venido", te acojonas. Te acojonas tanto que no dices más que tonterías: A lo mejor te ha venido y no te has dado cuenta. En esas situaciones es cuando se demuestra que los tíos no tenemos ni idea. Nosotros confundimos el método Ogino, con el índice Nikkei.
Oye tú estás segura de que has contado bien los días.
Pero no le viene. Y tu vida cambia. Por la calle no ves más que embarazadas. Bueno, te cambia hasta el humor. Antes, cuando salían en televisión anuncios de compresas, hacías bromas. Ahora no. Ahora se hace un silencio, una tensión y un mal rollo... Estás tan nervioso que no puedes ni trabajar. La llamas cada cinco minutos: ¿Ya? ¡No! Y deja de llamar que me pones nerviosa.
Así es que te metes en Internet a buscar información. "A ver, regla punto com.". Y te sale la Cofradía de la Virgen de la Regla con Rocío Jurado. "No, vamos a probar otra cosa... Retraso punto es". Y te sale Iberia. "Joder, cada vez vamos peor...". Y cuando desesperado pones "Penalti punto com." y te sale José María García... lo dejas. Y es que en Internet no se navega, se naufraga, porque nunca encuentras nada.

Y la vuelves a llamar: ¿Ya? Que noooo, pesao. Así es que te compras una revista, que has visto que viene un artículo que se llama "La regla, tu mejor amiga". "Vaya, por fin algo científico". Y lees: "El estrés y los nervios pueden retrasar la regla". "Pues ya está, voy a tranquilizarla", te dices. Y las llamas: ¿Ya? ¡Coño, me ha colgado! ¿Así como le va a venir la regla?... Cuando llega a casa y llamas a la puerta antes de abrirle le dices por el telefonillo: Cariño, ¿ya?, cariño, ¿ya? ¡Quieres abrirme! Cuando entras en casa con el Predictor en la mano, ella brama: Como salga el circulito, te la corto...
Por cierto ¿por qué se llama Predictor el Predictor? Si no predice nada! Cuando sale el circulito ella ya está embarazada! Yo creo que en vez de Predictor se debería llamar Terminator. ¿Y lo lento que es? En esos diez minutos te acuerdas de todos los circulitos que han marcado tu vida: los ceros de Matemáticas, las albóndigas de la mili, el Círculo de Lectores, el condón que no te pusiste... Llega un momento en que estás tan nervioso que no quieres ni verlo, y te vas al salón a intentar relajarte. Menos mal que no salió el circulito. Y claro, con la alegría del momento... Nos liamos, nos liamos... Pero después del susto lo hicimos con condón. Porque, según el prospecto, un condón es muy seguro, tiene un 97 por cien de fiabilidad. Así que no hay problema, cuando lleve 97 kikis me lo cambio y ya está.