sábado, 20 de febrero de 2010

CIVILIZACIONES

A mí, esto de las civilizaciones no me gustan, me caen más bien mal… mal. Oyes eso de “hola, amiguito, venimos a civilizaros” y te dices, uy joder… joder…, cuánto muerto va a haber por aquí.
No mire, a mí déjeme en paz, que yo estoy muy a gusto, de mono despelotado, trincando por estos campos de la historia sin dios, ni patria, ni rey. Pero no, las civilizaciones están muy empecinadas en eso de tu bienestar y te cascan un dios, una patria y un rey (o un califa) y 200 autonomías con sus respectivos gobiernos, te llenan de multitud de comisiones y mas comisiones, aunque tengan que matarte para convencerte y según ellos, hacerte feliz. Y no vale que tú arguyas, deje, deje, si aquí vivimos muy bien.

Pero para ellos no valen tus negativas a civilizarte. Pero si aquí vivimos de puta madre, nos despertamos por la mañana, hacemos el amor, comemos mas bien tarde, lo que nos da la naturaleza, un paseíto por la playa con la parienta, siesta, hacemos el amor, por la tarde un librito o una peli y luego cenamos, un polvete y a dormir. No hombre, no, te contestan, qué primitivo, qué horror de vida, hay que civilizarse, dicen. Y van y te civilizan. Y eso si que duele un poco pero, ves el año que te toca por venir y, por mal que estés, piensas: ay, señor, que me dejen como estaba y no me jodan más

GORROS


Ya sabes si te sobra lana...