lunes, 3 de enero de 2011

ME VOY DE P....

Lo que pasa. Año nuevo y sales a la calle y, de repente, algo ha cambiado. Es algo en el aire, en la luz, en la atmósfera. No lo tengo muy claro, pero vas dando un paseo, distraído con tus cosas, que si los embargos del banco, que si los juicios por injurias o las demandas de paternidad que te han puesto, en fin esas cosas normales del día a día, cuando de repente, levantas la vista, te detienes un momento, miras a tu alrededor y descubres lo que pasa: Ya no huele a navidad.
No huele a sobaco de Papá Noel ni a caca de camello. No sabría decirlo, pero uno sabe que la navidad se ha ido por la vuelta de la esquina, con sus polvorones, su cava, su lotería nacional y sus empachos. Y ahí voy. Cuando descubro que la navidad se ha ido y el disparate gastronómico se acabo, a mí de lo que me entran ganas es de cosas muy sencillas, de poco cocinar. Manduca básica. Una tortilla de patatas, y verdura con pescado hervido. De todas maneras, primero echaremos mano a los restos navideños.
Gracias a Dios las navidades han pasado y como ocurre siempre volverá nuestra más elemental forma de alimentarnos. Volverán los devastadores telediarios a jodernos el dia. Volvera a subir el IPC, La Luz, La Gasolina, y todo lo inimaginable. De Los reyes no esperas nada, están en crisis y en el paro, con los camellos embargados por un banco , María, José y el niño, se han tenido que ir del portal, lo acaban de recalificar, para construir varios penales, para dar cabida al gran numero de delincuentes que están saliendo a la luz. ¡¡ Joder, ahora recuerdo que a mi no me mandan las bombillas de bajo consumo!! Y Encima si fumar, de todas maneras al precio que se ha puesto, me voy de p….