Era poca cosa, solo humo pero con una carga emotiva, sobre todo al ser lanzado con gusto y placer entre los labios, para llenar la pantalla de cinemascope. A las hermosas le va el humo, aunque se quejan de que les cega los ojos. También aparecía el humo para imprimir virilidad a los hombres del Oeste.
A veces enganchados a una boquilla larga, atrezzaba a muchas damas del cine. Todo fue bonito y liviano como el humo, pero corren ahora malos tiempos para el tabaco, en vísperas de la nueva prohibición. Los argumentos sobre la salud y el gasto sanitario que conlleva son contundentes en su contra.
La prohibición tiene razones de peso y avanza sin cesar, aun a costa de la libertad del individuo. Aquellos fotogramas con humo son reliquias nostálgicas de tiempos pasados. Hoy en día lo mas transgresor no es salir desnudo o con una barretina en Eurovisión, lo seria ver a un entrevistado fumando en antena. Del cierre de locales a la detención de fumadores solo mediara un tiempo. Recuerdo la Ley Seca ¿Porque no dejar libertad a quienes regentan locales privados y a quienes los visitan para beber, comer o fumar? Los Gobiernos se hacen la foto a base de nuevas leyes, arrebatándonos un cachito más de libertad, como siempre.
Recuerdo una escena de Buñuel, en la que un niño da un golpe a un cazador cuando se lía un cigarro, el niño ríe su trastada y el hombre le dispara a bocajarro. Malditos malos humos. Nos van a dejar sin fumar, los tiros vienen del lado contrario. De todas maneras con el precio al que se esta poniendo fumar y la crisis, tendremos que dejar de fumar.
Yo por si acaso me voy a echar unas caladitas.