martes, 11 de enero de 2011

A ESTE , LO CONOZCO

Estoy encantado con que le hayan dado el Nobel de Literatura a Vargas Llosa. Por fin un respiro a mi autoestima. Le han dado el Nobel a un tío al que he leído. Eso sí que es una novedad. Casi todos los años, salvo alguna rara excepción, llegaba el Nobel de Literatura y me decía yo a mi mismo, cabizbajo y compungido, Javier, mira que eres analfabeto. No es que no te hayas leído un libro de ese señor o señora, es que no te suena ni de nombre. Oye, y un apuro me sobrecogía.
Sobre todo porque luego veías a la gente hablar de él o de ella en la tele con un conocimiento pasmoso, como si se ducharan juntos todas las mañanas. Claro eso desmoraliza. Pero este año, ajajá, este año soy yo el que se duchaba con Vargas Llosa. Metafóricamente hablando, que tampoco hay que exagerar en las admiraciones, porque si hay que ducharse con tu escritor favorito, el mío es Elsa Pataky. Pero a lo que vamos.
El primer libro que leí de Vargas Llosa fue “La ciudad y los perros” y me impactó mucho. Luego fui leyendo todos los demás, pero hay uno que me parece entrañable y al que he vuelto en varias ocasiones. Es “La tía Julia y el escribidor”.