martes, 21 de diciembre de 2010

SOPAS DE AJO

Dada la situación económica que estamos inmersos y atravesando, os doy la receta navideña que se llevara estas Navidades, Sopa de ajo. La última frontera. El territorio arcano y desconocido por el que se movían nuestras abuelas. Cosa de brujas. Al menos eso nos parece si somos cocinillas primerizos. Además, un guiso con ajo y pan. Con la mala imagen que tiene el ajo, como de cutre y carpetovetónico y antivampiros. Y con la mala prensa que tiene el pan, que si engorda y todos esos líos, que si Jesucristo hubiera hecho hoy la última cena, en vez de pan en la eucaristía, seguro que les da a sus discípulos lechuga. Un lío de receta. Pues bien, fiel a mis creencias en los principios de liberté, égalité, fraternité de la Revolución Francesa (que es la que me corresponde por edad, ¿o era la de Mayo del 68?), convencido de que todos tenemos derecho a zamparnos un guisote. Y nada mejor para superar la crisis que tenemos y la que viene, diga lo que diga la panda del Gobierno.
Ingredientes para 2 personas

1 paquete de picatostes en cuadraditos pequeños que venden en el súper, 1 brick de caldo de jamón (Aneto en mi caso), unos taquitos de jamón, tres dientes de ajo, 1 lata pequeña de cebolla frita, 2 huevos, pimentón dulce y picante, aceite de oliva virgen extra, perejil y sal
Preparación:

En un cazo no muy grande, pero un poco alto, ponemos aceite y los 3 dientes de ajo, cortados en láminas, a dorar un poco. Cuando empiecen a coger color, le volcamos el contenido de nuestra lata de cebolla y, aunque viene ya frita, dejamos que se haga un ratito con el ajo, que va a quedar más rica. Ponemos un puñado de taquitos de jamón, un pelín de sal (poca), damos una vuelta y añadimos una cucharadita de pimentón dulce y un poco de pimentón picante para darle ese toque especial. Agregamos entonces los picatostes del paquete, removemos y lo regamos con el caldo de jamón de brick que tendremos caliente. Sin pasarnos con el caldo, que luego se va a hacer enseguida y no queremos que quede muy caldosa. Mezclamos bien y lo dejamos a fuego suave tres minutos. Luego cascamos los huevos y los añadimos con cuidado. En un par de minutos más nuestra sopa de ajo estará lista. Adornamos con un poco de perejil picado o una pizca de pimentón, y a comer. Con cuidado que quema de narices.