viernes, 18 de junio de 2010

TOCAME LA VUVUZELA

Las vuvuzelas, esas cornetas de plástico matraqueras y toca narices, llenaron el estadio. Toda España se puso delante del televisor o con la oreja en el transistor. El estadio tenía como fondo una música de Tarzán o de un enjambre masivo de abejas encabritadas.
Con el estruendo de las vuvuzelas no se podía oír los“uuuy”, “ay”, “vamos, vamos”, o “árbitro, capullo, ¿estás ciego o qué, colega?”.
Mal hemos empezado. Para un mercado en el que nuestra solvencia estaba fuera de dudas (el fútbol) y nos la han clavado, los suizos, la primera en la frente y con leche como el chocolate. Ahora también llega al césped lo del riesgo país.
Qué vamos a hacer si se nos tuerce el Mundial, si esto lo único bueno que esperábamos todos que nos pasara en lo que queda de mes, o de temporada. Y encima nos han lesionado a Iniesta. Todo lo que no debía pasar ha pasado.
Como si fuera un pronóstico económico de esos que hace el gobierno, que nos convence a todos de que jamás de los jamases se abaratará el despido y al final llega y no es que lo abarate, es que en la práctica la mayoría de los despedidos se va a llevar veinte días por año trabajado, ni 33 ni 45. Qué ojo clínico han demostrado hoy nuestros líderes políticos, qué melancolía produce escuchar ahora los pronósticos que esta mañana, tan optimistas como todos, lanzaban. Menudo gol nos han metido. Por cierto igual ahora dimite el Ministro de Deportes, ¿Que no sabes quien es…? Pues es, Zapatero para mas coña, no contento con jodernos de todas las maneras posibles, solo le faltaba esta y tocando la vuvuzela.