lunes, 15 de marzo de 2010

EL SABOR DE LOS SELLOS

Es una pena pero ya no escribimos cartas, ahora mandamos un E-mail. Indudablemente más cómodo y rápido. No tenemos que ir a correos, basta con darle al Enter y hay va esa carta a la velocidad del rayo. No me extraña que Correos este en bancarrota.
Hemos perdido la magia de las cartas escritas, a veces las besábamos e incluso manchábamos los sentimientos convertidos en palabras con lágrimas, otras incluso dibujábamos corazones rojos emulando a los actuales emoticones cibernéticos.
Hemos perdido el sabor azucarado del sello y meter la mano en el buzón como si fuera el sombrero de un mago, remirando hubiera caído bien. Hemos perdido el momento mágico que suponía el recibirla, esperando al cartero todos los días. Ahora oír al cartero llamar, es casi una tragedia, seguro es una carta de tráfico, de hacienda, o del banco recordándonos nuestros números rojos, pues son los únicos que siguen mandando cartas y encima para amargarnos el día.
Hemos cambiado la caja donde depositábamos nuestras cartas por un disco externo, y no es lo mismo. Hemos perdido el tacto del papel que a veces emanaba fragancias conocidas de la persona amada otras, consejos de padres en la lejanía. Parece mentira lo que suponía una triste hoja de papel. Antes las guardabas en una caja para que no escaparan los sentimientos, ahora las llevas a la carpeta de Mis Documentos y, no es lo mismo. Antes las quemábamos por un amor fracasado o una desilusión, ahora las desintegramos en una papelera electrónica, y no es lo mismo. Miguel Delibes, que falleció el 13 de marzo de 2010, uno de los mejores escritores españoles, no necesito nunca de un ordenador para escribir obras como, El camino, Las ratas, Cinco horas con Mario, Los santos inocentes…., no hubieran sido lo mismo. Descanse en paz un escritor de papel y pluma. Yo también seguiré escribiendo, aunque sea mal y me las mandare a mi mismo si nadie quiere recibirlas.

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