Hoy en día,coger un avión te convierte en un sospechoso de tomo y lomo.Tanto es asi,que uno llega a dudar sobre si mismo.Te obligan a hacer filas absurdas que giran sobre si mismo una y otra vez, aunque tengas el punto de destino a dos metros de tus narices.Pero entonces llega la seguridad.Alli es donde te desposeen a toda dignidad,y no digamos nada del glamour, que lo pisotean directamente.Quitate las joyas, muestra las monedas, a ver ese reloj, fuera el cinturón, quédate descalzo con unas bolsas que te dan a modo de calzas y no pienses nada, que igual se ve por el escáner.Aun así, el chisme ese pita,porque el boton del pantalón es metalico.Cuando menos te lo esperas,te sacan de la fila y se acerca un señor o una señora ( La heterosexualidad se da por supuesta) y te soba un poco. Amedrentados por el trance, con los pies en bolsas de plástico, sujetándose los pantalones con la mano, llegamos a las mesas que hay tras la zona de tortura, ávidos por recuperar el pundonor perdido.Imaginate como será a partir de ahora, cuando unos desconocidos te vean en pelota picada.
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