(excepto algunos pensionistas que lo sacan mensualmente para cerciorarse de su existencia)El me contesto que aunque tuviéramos en la mano los billetes tampoco tendríamos más certeza de nuestras posesiones.Si lo piensas detenidamente nuestros adorados billetes no dejan de ser papeles impresos cuyo valor establece el organismo que los emite, y todos confiamos en que ese sea su valor real. El dinero no es más que información, apuntes bancarios y transacciones.Esta reflexión me recordó un cuentecillo que me enviaron por mail y que explica muy bien como podemos salir de la crisis o, al menos, tener la ilusión de que hemos saldado nuestras deudas.El cuento decía algo así: Un magnate llega a un hotel y le dice al dueño que quiere una habitación, pero primero tiene que verlas todas para ver cual le gusta. Le da un billete de 100 Euros en concepto de fianza. El hostelero corre a pagar los 100 euros que debe al carnicero. Este a su vez se lo da a su casero con quien también tenia una deuda. El casero llama a una prostituta para saldar sus cuentas y esta a su vez le lleva los 100 euros al dueño del hotel para pagarle el alquiler de habitaciones que tenia pendiente.Poco después, vuelve el magnate y le dice al propietario que no le convence ninguna habitación.El hotelero le devuelve los 100 euros y el se marcha. El dinero solo ha cambiado de manos, nadie es más rico ni más pobre. Pero todos han saldado sus deudas y al menos viven felices.Soy consciente de que con 100 euros no se soluciona grandes deudas, pero a mi me parece una historia para reflexionarTeniendo en cuenta que el dinero no deja de ser una ilusión y una cuestión de confianza, a veces, lo importante es, simplemente, que siga circulando.
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