Historia, cien, año, alegría, única, centro, cielo, nubes, tienda, bolsa, semáforo, humo, luz, lluvia, atasco, manifestación, grito. Grande, pequeño. Cine, teatro, famoso, rubia, moreno, canción, estreno, tumulto, zapato, escaparate, ladrillo, rebajas, navidad, caos. Ruido, silencio. Puta, chino, chulo, esquina, castizo, moderno, inmigrante. Nuevo, viejo. Raya, curva, cuesta, aire, droga, atraco, bolso, policía, asesinato, taxi, sucio. Muerte, vida. Niña, chico, fiesta, príncipe, boda, rey, paleto, friki. Blanco, negro. Cristal, hierro, madera, cemento, acera, asfalto, árbol, macetero, barandilla. Bonito, feo. Alcalde, ministro, tendero, músico, hortera, clásico, vanguardista. Pobre, rico. Discoteca, bar, café, cerveza, bocata, menú, oficina, callejuela, peatonal. Compra, venta. Cumpleaños, feliz. Cien términos apresurados sobre la Gran Vía madrileña. Podían haber sido doscientos, mil... casi todo cabe en ella. ¿Quién no ha utilizado alguna de estas cien palabras para referirse en cualquier ocasión a un hecho acontecido en la calle más emblemática de Madrid? Corazón de la ciudad, motor y alma de la vida madrileña. Símbolo indiscutible. Nació, creció, se reprodujo, pero nunca morirá. Larga vida a la Gran Vía.