Miles de personas se concentraron en
Sin embargo, el ambiente se vio interrumpido cuando una chica de escote prominente irrumpió en la plaza haciendo que todos abandonaran sus quehaceres para mirarla de soslayo.
“Cuando vi aquello dejé de pensar en la democracia, la verdad. Me quedé como en blanco y luego no recordaba ni qué hacía allí”, explicaba vía Twitter uno de los asistentes.
Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se hizo el silencio en Sol hasta que la propietaria del escote desapareció por la boca del metro, momento en el que se rompió el silencio y la plaza estalló en un sonoro aplauso que se prolongó durante quince minutos.
Posteriormente, los manifestantes volvieron lentamente a sus casas dejando la plaza desierta. No se descarta que la chica fuera enviada por algún partido político a fin de disolver la concentración.
“Lo que hemos vivido hoy aquí en Sol es histórico…”, explicaba otro joven testimonio. “Unos ‘pechotes’ así no se ven cada día en España. Eso sí que remueve conciencias. Eso sí que ha sido un movimiento y no los movimientos sociales”.
Pero no todos los concentrados eran jóvenes: encaramado al monumento del oso y el madroño, un hombre maduro con traje y corbata, explicaba: “Estaba aquí para defender un Estado laico, por el excesivo poder de los bancos y por la democracia… pero al final te das cuenta de que hay cosas que se imponen y no hay más tu tía. Y ese canalillo era imponente”. Tras decir esto se bajó de la estatua copio el metro y se fue a casa con su señora y sus hijos.
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