


La autoestima no se sube con palabras ni discursos, ni con videos (relacionados o no con el sexo), ni dando caña a diestro y siniestro sin educación, ni faltando a la verdad. Con ello lo que sube es el desprestigio de los políticos para los que les daremos de seguir así un voto en blanco o una abstención.
La autoestima se sube sin tener que gastar en publicidad, basta con ejercer las obligaciones políticas, con cumplir lo prometido, con estar al servicio de los intereses de los ciudadanos, y con saber administrar los recursos dados en beneficio de todos. La autoestima se nos subiría todos, quitando asesores, quitando coches oficiales, puestos duplicados, en fin quitando todo lo innecesario que tanto cunde en el ámbito político.