No recuerdo que en mi niñez hubiera dinosaurios, lo que si había en la plaza eran palomas y gorriones y no pterodáctilos de esos.
Mi madre no iba vestida de pieles (que mas hubiera querido ella) y mi padre, bueno el si era un poco Neanderthal, pero inofensivo. Era Autónomo y entonces marcaba mucho. El tiempo es una puñetera apisonadora hay que ver la de cosas que piensa uno mientras va por el súper con el carrito, y todo por coger un trozo de sobrasada. Y claro ya se sabe, sobrasada…, Mallorca…, viaje novios…, infancia. Si nos dieran en la entrada del súper unas de esas gafas de los cines, mejor que Avatar y sin gastar un duro, te zampas unas cuantas degustaciones de esas que dan y te vas comido.
Si llego a coger unas almejas marineras no se donde hubiera llegado, no quiero ni pensarlo, con lo que yo soy.
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