miércoles, 3 de marzo de 2010

OSCAR

Toda entrega de premios que se precie debe tener un trofeo que la identifique, y la ceremonia que organiza la Academia de Hollywood no iba a ser menos. ¿Quién no me conoce? Durante un día soy el mas deseado y fotografiado, aparezco en las portadas de todas las revistas mundiales, y en todas cadenas de la caja tonta. Por si todavía no os imagináis quien soy, lo voy a contar
Hola me llamo OSCAR y me parieron en 1927 en California. Soy de bronce bañado en oro y mi figura es la ostia, 34,3 cm. de altura y peso 4 Kilillos, vamos todo un tipazo. Mi papa, se llama George Stanley, todo el mundo lo llamaba Jorgito, y me hizo según indicaciones de un amigote suyo del póker, que se llamaba Cedric Gibbons.
Como tienen que repartir tantos me clonan unas 50 o 60 veces y a los que no dan la talla como yo, pobrecitos los destruyen, para reencarnarlos al año siguiente.
Cada uno de nosotros terminara en manos de actores, actrices, directores y un sinfín de personas desconocidas por nosotros, que después de estrujarnos hasta la saciedad, levantarnos, abrazarnos y besarnos hasta el culo y volvernos a estrangular…y mojados de lagrimas fingidas, y nada mas llegar a casa, bueno casi todos tienen una casa que llaman mansión, nos tendrán en un lugar preferente en una vitrina eternamente. Yo tengo figura esbelta como don quijote armado por si la ocasión lo requiere como el, con espada y todo. En mis pies tengo el poder de la radio cinco nada menos, una por cada rama de la academia Actores, Guionistas, Directores, Productores y técnicos. Todos me quieren poseer, pero yo eso de la posesión, no lo tengo claro, soy muy mío. No siempre, para mi desgracia, he sido Bañado en oro. Recuerdo con tristeza los años 1942, 1943 y 1944 me hicieron de yeso como si fuera un triste tabique, fueron años difíciles y de guerras y no había un duro. A lo primero no nos dieron DNI y éramos anónimos, fue a partir del año 1949 cuando me pusieron número y me grabaron como punto de partida el nº 501. Soy perfecto, para ponerme guapo, 20 plebeyos se pegan 20 horas acicalándome para la ocasión.
Es una ocasión donde los brillantes no van por kilates, si no por kilos y la ropa, de la cara, con escotes por debajo de los pies, algunas parecen radiografías por la transparencia, que dejar ver sus escuchimiciadas figuras. Mi primera aparición en público, que recuerdo como si fuera ayer, fue un 16 de mayo de 1929.Empezaban a oírse las películas hasta entonces mudas. Recuerdo el banquete en la sala Blossom del hotel Hollywood Roosevelt , con 270 invitados que tuvieron que apoquinar 5 dólares por cabeza. Yo sigo aquí en esta lujosa vitrina, esperando que algún clonado mío me venga a acompañar, cosa difícil, pues mi dueño parece ser que empina el codo y no se cuantas cosas raras mas, para superar sus traumas y fracasos.
Cada día veo menos personas por aquí,no es lo que era y todo esta muy solitario y huele a muerto, alguna telaraña cubre mis pies y al fondo solo unos pocos muebles carcomidos y tapados con sudarios blancos. En fin tendré que resignarme, no sea cosa que me empeñen.P.D. Reciba un cordial saludo de Oscar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena reflexion, igual que el blog que buenisimo. Felicidades

Anónimo dijo...

MUY ORIGINAL EL RAZONAMIENTO CON HISTORIA INCLUIDA