Sus palabras daban luz verde a la operación contra Osama Bin Laden, una acción sobre la que nadie podía prever el final.
¿Estaría el jefe de Al Qaeda en Abbottabad? ¿Encontrarían resistencia los soldados de la Navy-Seal ? ¿Habría muertos?
Cuarenta minutos tardaron los comandos en asaltar la casa donde se encontraba Bin Laden. Cuarenta minutos tardaron en tenerle frente a frente y matarle. ¿Pudieron hacer otra cosa? Me refiero a si pudieron detenerle y llevarle ante la justicia.
Un tribunal que, naturalmente, en vista de las terribles y sangrientas hazañas de Bin Laden habría dictaminado el castigo merecido.
La voladura de las Torres Gemelas, difícilmente nos hará preguntar si fue posible detenerlo y sentarlo ante la Justicia.
Seguro habría sido mas espectacular hacerle compadecer ante los tribunales aunque, eso le convertiría en un héroe para sus millones de seguidores.
En cuarenta minutos han acabado con la vida de un hombre que causaba terror en unos y admiración en otros.
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