Para hacer frente a esta situación, Burger King ha anunciado que por la compra del clásico menú Whopper Mix, el cliente tendrá derecho a insultar y humillar al personal del establecimiento. “De 4 a 5 insultos por oferta y cliente y un máximo de 3 sarcasmos sobre su físico” . La promoción no ha sido bien acogida por algunos empleados, aunque las ventas se han incrementado un 44%.
El cartel de la promoción.“No me importa, he tenido trabajos peores. Fui cartero una vez en verano, la gente por el interfono puede ser muy desagradable. Aquí se dedican a explorar su lado creativo, es hasta divertido” dice Matilda, una empleada de la franquicia de Las Ramblas, en Barcelona.“Intentas que no te afecte, mantener la mente en blanco, pensar que no va contigo y conservar la sonrisa” dice mientras atiende a un cliente al que pregunta amablemente con qué acompañará la hamburguesa.
“Con tu abuela que me la pone tiesa” le contesta el cliente, un padre de familia acompañado de dos gemelos.La medida ha levantado ampollas en algunos sectores. Especialmente se critica que algunos gerentes hayan empezado a contratar a gente que lleva aparatos o gafas y tiene defectos de habla que dan juego al cliente. “No es por esta promoción en concreto. Es porque en Burger King creemos realmente en la discriminación positiva”.Aunque algunos trabajadores han abandonado indignados la empresa, los recién contratados suelen mostrarse motivados con la promoción. Juan, un joven de 23 años con un doctorado en Teoría de la Literatura , tiene un pequeño problema con las erres desde que era pequeño y eso le hace mostrarse inseguro y tímido, habiendo fracasado en todas sus experiencias laborales.
Ahora dice haber encontrado su lugar en el Burger King de Corazón de María en Madrid: “Es gdacioso que alguien como yo tdabaje en Budged King, donde todas las hambudguesas tienen nombdes con edes. Me hacen decid el nombde un montón de veces. Y hacen ved que cambian de opinión todo el dato pada que vuelva a decidlo otda vez pod el micdo y todo el destaudante se día, jeje”. Juan fue el empleado que vendió más hamburguesas de toda la Comunidad de Madrid el pasado enero.
Parece que gracias a esta promoción la empresa ha conseguido remontar el semestre en España, un país que se ha volcado a la tradicional fiambrera. No pintan tan bien las cosas al otro lado del charco, donde las alarmas han saltado cuando han aparecido en Internet unas fotos comprometedoras de Ronald McDonald, imagen de la emblemática cadena de hamburgueserías. En las instantáneas el famoso payaso empuja un carrito de la compra lleno de bártulos ante la atenta mirada de unos niños.
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