Que velocidad y stress sicológico. Vas corriendo al C.I. a cambiar el último artilugio electrónico y te dicen: Señor, con la electrónica no se admiten cambios, pues lo que acaba de comprar ya es anticuado antes de que se lo envuelvan. Hasta el alcalde de mi pueblo dice que las subidas de todo lo habido y por haber, es en Beneficio mío, joderrr con el alcalde, pero si los subieron ayer los impuestos, pues ya la subida de ayer también se ha quedado obsoleta.
Lo ultimo ha sido esta mañana voy al estanco a comprar un cajetilla de tabaco y una señorita apostada en una esquina del recinto con la falda en el ombligo y las tetas en la garganta, me invita a probar una nueva marca. Hasta aquí todo seria normal, lo inusitado es que el cigarrillo que me ofrece tiene la particularidad de que yo puedo decidir en cualquier momento si quiero que sea tabaco normal o mentolado, casi me da un patatús…no por la chica, por el invento.
Incrédulo a tal innovación me da un cigarrillo lo enciendo y le doy dos caladas… tabaco normal le digo, pues ahora señor, me dice la señorita: apriete la boquilla hasta que oiga clic, sigo sus instrucciones… y las caladas son de mentolado. Lo curioso es que la zona donde debes presionar, viene indicada con la letra “G”. El marketing no va con eso de la igualdad, podían haber dibujado un par de huevos, dijo yo…y en vez de una señorita un tío en calzoncillos haciendo la promoción.
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