Soñé que el Parlamento Catalán prohibía la pesca en el litoral.
Pues no era civilizado permitir la larga agonía de los peces fuera del agua, para comérnoslos al final con tinto de verano. Por eso, me levante y con toda la familia nos fuimos a cenar salmonetes. Me dije a mi misma mientras llega la prohibición, yo me pongo las botas.
Mi subconsciente no ha asimilado la abolición de las corridas de toros en Cataluña. Tengo miedo de los ecopijis que surgen como setas. Yo, de ecopiji, nada de nada. Que riego las macetas, les hablo, y les pongo música, pero luego me como un lenguado o unas chuletas sin asomo de culpa.
El caso es que para cenar a parte del pescado pusieron una fuente grande de ensalada.Y mi cuñada no tardo nada en ponerse impertinente: Pero Loly, hija, que te estas comiendo todas las olivas, y así todo el rato. Pues tenía razón esta vez, pero pensé que para que se las comiera ella, me las comía yo. Es que este mundo es muy terrible y necesitas egoísmo para sobrevivir.
3 comentarios:
Tan bueno como el otro de la Loly
Que coño podemos comer, porque a este paso...
Que buenos ratos nos haces pasar.
Gracias Javierico.
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